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Biotecnología, la ciencia del futuro

Biotecnología, la ciencia del futuro

por Brenda Valderrama Blanco | Dic 7, 2024 | Espejo, No. 13 Biotecnología

La biotecnología, disciplina relativamente reciente, se enfoca en la generación de conocimiento y métodos para el aprovechamiento de los recursos naturales con la ayuda de seres vivos. En la práctica se nutre tanto de la biología y sus disciplinas asociadas (bioquímica, biología celular y molecular), como de la ingeniería en su vertiente de bioprocesos, y tiene una amplia gama de usos.

Aunque su origen se remonta a los inicios de la humanidad con procesos como la elaboración de queso o cerveza, recientes avances tecnológicos han acelerado su desarrollo hacia oportunidades inimaginables hace apenas unos años.

Como todo lo novedoso, la biotecnología moderna es todavía poco comprendida por la población, y esto ha sido aprovechado por algunos grupos de interés para retrasar su desarrollo. Entre los temas que han desatado mayor polémica y, por lo tanto, sobre los que debemos aportar la mejor información, se encuentran la reproducción asistida, los cultivos transgénicos, el control de enfermedades transmisibles, los medicamentos biotecnológicos y el aprovechamiento de la inteligencia artificial (IA).

Impacto en la salud

La biotecnología tiene múltiples aplicaciones en el campo de la salud y está involucrada en la producción de medicamentos de origen biológico, cerrando la brecha entre la biología molecular y la bioingeniería, con lo que se dio origen a una nueva rama de la industria farmacéutica.

El valor de la industria biofarmacéutica mundial superó los 400 mil millones de dólares en 2021, y se espera que su crecimiento sea de cerca del 10% anual en el futuro próximo. Uno de los productos más apreciados socialmente son las vacunas, aunque existen otras moléculas de gran importancia histórica como la insulina, con la que se atienden millones de personas portadoras de diabetes en el mundo y sobre la cual Tonatiuh Ramírez Reivich nos presenta una interesante semblanza.

Su origen se remonta a los inicios de la humanidad, con la elaboración de queso o cerveza.

La biotecnología ayuda también a resolver problemas de salud endémicos que aquejan a millones de personas, como la malaria o el paludismo. Se calcula que en 2022, a escala mundial, se produjeron 249 millones de casos y 608 mil muertes por este padecimiento, en 85 países. Ante la complejidad del parásito que provoca la enfermedad y que ha impedido el desarrollo de una vacuna convencional, Humberto Lanz Mendoza comparte un novedoso acercamiento que podría abatir este grave problema de una vez y por todas.

La vida moderna nos ha traído retos inesperados como la infertilidad. Entre 48 millones de parejas y 186 millones de personas sufren actualmente de infertilidad en todo el mundo; esto equivale a una de cada seis personas en edad reproductiva. Lo anterior se asocia a factores ambientales y de estilo de vida. La biotecnología ha respondido a este reto desarrollando un portafolio de métodos para asistir la reproducción de personas infértiles, los cuales nos describen con detalle Claudia Treviño Santa Cruz, Paulina Torres Rodríguez y Julio César Chávez Zamora.

Impacto en la alimentación

No puede entenderse la agricultura del siglo XXI sin los avances biotecnológicos. La escasez de agua, la necesidad de reducir la intensidad del trabajo, el efecto del cambio climático en el comportamiento de las plagas, así como la demanda mundial de alimentos para una población cada vez más numerosa han incentivado la generación de alternativas cada vez más sofisticadas.

Utilizar cultivos modificados genéticamente o transgénicos incrementa la productividad del campo en 22% y las ganancias de los agricultores en 68%, siendo los márgenes de ganancia mayores en países en desarrollo. Al introducir variedades modificadas genéticamente, la producción mundial de diferentes cultivos se ha incrementado en el orden de millones de toneladas, al mismo tiempo que se redujo la superficie cultivada, aportando al rescate de la biodiversidad. Alfredo Herrera Estrella nos explica en qué consisten estos útiles organismos, así como los avances que tendría el campo mexicano si aprovechara de manera intensiva las ventajas que ofrece su uso responsable.

Como todo lo novedoso, la biotecnología moderna es todavía poco comprendida por la población.

La expansión de los cultivos transgénicos ha detonado la necesidad de regularlos. El Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, centrado concretamente en los movimientos transfronterizos, busca proteger la diversidad biológica frente a riesgos potenciales que presentan los organismos genéticamente modificados.

Cada país firmante, entre los que se encuentra México, vigilará el cumplimiento de sus obligaciones a través de la emisión de medidas regulatorias suficientes y oportunas, basadas en el enfoque de precaución. Sobre este tema, Claudia Díaz Camino y Fausto Kubli García analizan la situación actual de la regulación en nuestro país y su perspectiva a mediano plazo.

Biotecnología y sociedad

Rebeca de Gortari Rabiela y Marcela Amaro Rosales tocan un tema central para la biotecnología: la relación que tiene con la sociedad. Su vertiginoso desarrollo, a partir de la invención de la ingeniería genética, ha remodelado la forma en que pensamos sobre nuestros cuerpos, otros organismos y la vida misma, despertando con la misma intensidad miedos y esperanzas. En una época vulnerable a la desinformación, es de vital importancia que los debates se lleven a cabo en la arena de la evidencia científica y no de la opinión desinformada y tendenciosa.

Biotecnología del siglo XXI

La irrupción de la IA ha transformado radicalmente la forma en que se abordan los problemas científicos dentro de la biotecnología. Las áreas de influencia son amplias y sus alcances imposibles de predecir en campos como la medicina personalizada, la biología de sistemas, la minería de biodiversidad, la atención clínica y el diseño de nuevas biomoléculas. Los avances en este campo son descritos por Lorenzo Segovia Forcella.

Sustentabilidad

La biotecnología es el espacio idóneo para que jóvenes emprendedores como Daniel Rodríguez Chamorro, fundador de la empresa BreakPET, aprovechen las herramientas desarrolladas por los mejores científicos del mundo para la solución de problemas reales, como la acumulación de desechos urbanos.

En México se tiran más de 860 mil toneladas al año de botellas de polietilentereftalato (PET).  A pesar de su potencial para el reciclaje, más de la mitad del PET que se desecha se convierte en basura. Los procesos enzimáticos de BreakPET son eficientes, rentables y con impacto ambiental, idóneos para la reutilización total de desechos de PET. Por su origen biotecnológico, estos procesos son inocuos al no utilizar disolventes ni químicos nocivos, además de ser muy eficientes en el uso de energía.

Se espera que sus avances sigan trayendo beneficios a millones de personas en todo el mundo.

Biotecnólogas que inspirando otras biotecnólogas

A pesar de ser un campo de desarrollo profesional de vanguardia, reconocido académicamente y bien remunerado en la industria, la presencia de las mujeres en la biotecnología se encuentra todavía en desarrollo, tanto en número como en influencia. Necesitamos más biotecnólogas, y qué mejor que sean ellas mismas quienes inspiren a las nuevas generaciones.

En este volumen conoceremos a Patricia Soria Venegas, joven científica quien difunde su pasión por la biotecnología a través de redes sociales con su proyecto Bacillando Ciencia, así como a Laura Palomares Aguilera, ingeniera, investigadora y primera mujer en dirigir el Instituto de Biotecnología de la UNAM.

Más que una disciplina científica convencional, la biotecnología es una plataforma tecnológica de vanguardia que acelera el desarrollo de sofisticadas soluciones para múltiples campos de aplicación, y se espera que sus avances sigan trayendo beneficios a millones de personas en todo el mundo.

Al mismo tiempo, sabemos que su desarrollo no se realiza en vacío, sino que está inmerso en un contexto cultural y debemos estar atentos a los diferentes matices económicos, sociales, éticos y de seguridad que se revelen a su alrededor, por lo que estos aspectos deberían ser parte de la formación de las nuevas generaciones de expertos.

Brenda Valderrama Blanco

Instituto de Biotecnología, UNAM

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