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La otra “I” del Sistema Nacional de Investigadores

La otra “I” del Sistema Nacional de Investigadores

por Julia Tagüeña | Abr 26, 2025 | Espejo, No. 14 Mujeres que transforman la ciencia

Si bien el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), creado en 1984, siempre contempló la presencia de mujeres, en su forma original, no tenía acciones afirmativas para que las investigadoras participaran en forma equitativa. En realidad heredaba, en el lado negativo, la falta de promoción de las mujeres en ciencias, en particular en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), con muchos años de discriminación, y por otro, en el lado positivo, los logros de la lucha de las mujeres por obtener títulos universitarios y trabajar en ciencia.

Esta lucha por la igualdad de género, aunque ha tenido muchos avances, continúa y requiere de medidas que tomen en cuenta la llamada dimensión de género, es decir, nuestras diferencias. Por ejemplo, desde hace muchos años, el Sistema otorga un plazo de un año adicional en la evaluación de la producción de las investigadoras en caso de maternidad (regla registrada en 2015 en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria).

Se necesita tomar en cuenta la dimensión de género, es decir, nuestras diferencias.

La igualdad es un derecho humano, la equidad está asociada a la justicia de cubrir necesidades diferentes. Es indiscutible que la doble jornada de las mujeres al cuidar de una familia incide en su productividad, aunque afortunadamente, cada vez más se va hacia responsabilidades y cuidados compartidos.

La Ley de Ciencia y Tecnología de 2002 planteó explícitamente “Promover la inclusión de la perspectiva de género con una visión transversal en la ciencia, la tecnología y la innovación, así como una participación equitativa de mujeres y hombres en todos los ámbitos del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación”. Así mismo, “…incentivar la participación equilibrada y sin discriminación entre mujeres y hombres y el desarrollo de las nuevas generaciones de investigadores y tecnólogos”.

El Foro Consultivo Científico y Tecnológico, A.C., creado justamente en dicha ley, fue el primero que analizó la situación de la mujer en la ciencia convocando a una reunión que tuvo lugar en noviembre de 2013, basada en el documento Una mirada a la ciencia, tecnología e innovación con perspectiva de género: Hacia un diseño de políticas públicas. Se consiguió que el SNI incluyera en sus temas de investigación los estudios de género. En 2019, una vez más, el Foro analizó las políticas públicas de las mujeres en ciencia en el documento La perspectiva de género en el sector de ciencia, tecnología e innovación.

La igualdad es un derecho humano, la equidad está asociada a la justicia de cubrir necesidades diferentes.

En el marco de los 30 años del SNI, organizado por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, con el apoyo del Conacyt se realizó el Primer Congreso de Investigadoras del SNI, en noviembre de 2014, con conferencias magistrales y mesas de discusión. Se habló de las aportaciones al conocimiento de la ciencia, en su más amplia acepción, cubriendo todas las áreas, y los problemas que enfrentan las mujeres que se dedican a la investigación. Esta reunión culminó en el libro ¿Legitimidad o reconocimiento? Las investigadoras del SNI. Retos y propuestas. Hay otras publicaciones interesantes sobre este tema, pero este libro reúne una gran cantidad de voces, de historias y de experiencias valiosas. Su coordinadora plantea “que el carácter legítimo del quehacer investigador de las académicas y científicas nacionales exige una mayor equidad y el cambio cultural que propicie la inclusión de las mujeres investigadoras, que rompa los muros de contención, derribe los techos de cristal y trascienda los pisos lodosos que impiden el desarrollo armónico de las mujeres”.

Vamos a dar algunas cifras que muestran que, aunque hemos avanzado, falta un trecho por cubrir. Tal vez sea el momento de un segundo Congreso de Investigadoras. En la Figura 1 se muestra el porcentaje de investigadoras en el SNI, durante el año 2018 y el año 2023. Hay que destacar la buena noticia de que en estos cinco años ha habido un aumento considerable de investigadores nacionales. Sin embargo, el aumento de porcentaje de mujeres tan solo pasó de un 37.3% a 39.31%. Siguiendo este ritmo de crecimiento faltarían, aproximadamente, 25 años para llegar a la paridad.

Siguiendo este ritmo de crecimiento faltarían unos 25 años para llegar a la paridad.

Si se analizan los datos por área de conocimiento: el área 1 (Físico-Matemáticas y Ciencias de la Tierra) pasó de un 22.2% de mujeres en 2018 a 23% en 2023; el área 2 (Biología y Química) de 42.5% en 2018 a 45.07% en 2023; el área 3 (Medicina y Ciencias de la salud) de 49.7% en 2018 a 49.1% en 2023; el área 4 que era Humanidades y Ciencias de la Conducta tenía en 2018 un 49.7% de mujeres, dividido en 2023 en Humanidades y Ciencias de la Conducta y Educación, tiene 50.28% y 56.59%, respectivamente; el área de ciencias sociales pasó de 40.1% a 43.58% y las ingenierías de 22.6% a 24.67%. Este análisis muestra cómo la selección de carreras sigue teniendo un sesgo de género y la importancia de promover las vocaciones STEM.

Figura 1. Comparación de investigadoras e investigadores en México durante 2018 y 2023.

Es importante mencionar que desde 2013 se buscó que en el SNI las comisiones evaluadoras fueran paritarias o, por lo menos, que reflejaran los porcentajes de mujeres en cada área. Esta medida ha continuado y es una política fundamental que también siguen muchas instituciones educativas.

Ahora el SNII, el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores, pertenece a la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación y tiene una “I” adicional para hacer explícita la presencia de mujeres en investigación. Entre las políticas científicas de la nueva dependencia está la perspectiva de género. Para avanzar hacia un futuro sustentable se requiere el apoyo decidido de las mujeres en todas las ciencias básicas y aplicadas. Hagámoslo posible.

Julia Tagüeña

Instituto de Energías Renovables, UNAM | Centro de Ciencias de la Complejidad, UNAM

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