La dinámica geológica de nuestro planeta, a través de millones de años, ha originado una estructura compleja y un paisaje muy diverso. Con masas continentales divididas por las grandes cuencas oceánicas, cadenas montañosas elevadas y grandes valles, la superficie de la Tierra presenta una maravillosa variedad de climas y ecosistemas. Para la humanidad, esta complejidad y tal diversidad han representado, al mismo tiempo, un reto y una oportunidad.
Las mujeres han tenido la misma curiosidad, impulso o necesidad de explorar y entender la Tierra.
En los tiempos más remotos, mujeres y hombres atravesaron las mismas vicisitudes de la vida nómada y, seguramente, si hubiera registro histórico, se tendría conocimiento de las hazañas de hombres y mujeres por igual. Según Anathaswamy y Douglas (2018), el origen de la sociedad centrada en los hombres se remonta a hace 12,000 años, con el desarrollo de la propiedad y la agricultura, lo que ha ocasionado que en el presente conozcamos más historias de hombres que realizaron grandes hazañas, a pesar de que las mujeres han tenido la misma curiosidad, impulso o necesidad de explorar y entender la Tierra. Hablemos de algunos ejemplos de estas extraordinarias mujeres.
Annie Smith Peck
La norteamericana Annie Smith Peck (1850-1935) fue una importante exploradora y montañista. Estudió letras, griego y lenguas clásicas, y fue una de las primeras mujeres en ser contratada como profesora de una universidad (Purdue University). Aunque Annie Peck fue la tercera mujer en escalar el Matterhorn, en los Alpes Suizos en 1895, fue la primera en hacerlo vistiendo botas y pantalones que ella misma diseñó, hecho que desencadenó toda una discusión en la prensa de esos tiempos sobre lo que debían hacer y a lo que debían aspirar las mujeres. Como protesta, Peck pidió que la retrataran con su vestimenta y usando un gran bigote postizo. En 1897 escaló el Popocatépetl y el Pico de Orizaba, convirtiéndose en la primera mujer en escalar el volcán más alto de Norteamérica. Además, fue la primera que escaló el monte Huascarán (6,768 m) en los Andes de Perú, en 1908, a la edad de 58 años.
La japonesa Junko Tabei (1939-2016) fue la primera mujer en alcanzar la cima del Monte Everest (8,848 m) solo acompañada de un sherpa1, en 1975. Tabei estudió inglés y literatura, y se casó con el montañista Hirakawa, con quien tuvo dos hijos.
Junko Tabei
Otra mujer ejemplo de tenacidad y dedicación es Elsa Ávila. A los 15 años se especializó en ascensos de gran pared en el parque Yosemite, con lo que inició su carrera como alpinista, y donde fue la primera latinoamericana en escalar El Capitán. Al alcanzar la cima del Shisha Pangma (8,047 m) de los Himalayas, en 1987, rompió el récord al ser la primera mujer latinoamericana, y la más joven del mundo en ese momento, en escalar una cumbre de más de 8,000 m. Fue la primera mexicana en alcanzar la cima del Monte Everest, en 1999. Ávila estudió ingeniería civil en la Universidad Metropolitana y tiene dos hijos.
El registro histórico del trabajo destacado de mujeres científicas en la geología es pobre. Aunque la literatura resalta a la británica Etheldred Benett (1776–1845) como la primera geóloga y paleontóloga, hay otra destacada mujer francesa que vivió en el siglo XVI. Se trata de Martine de Bertereau (1578-1642), quien estudió química, mecánica, matemáticas e hidráulica. Fue la primera geóloga de Francia, mineralogista y exploradora de minas, y autora de un libro que se preserva hasta nuestros días como una obra importante: Verdadera declaración del descubrimiento de las minas y las explotaciones mineras de Francia. A pesar de que el ambiente minero ha sido machista siempre, Martine destacó por su trabajo académico y por su defensa de la propiedad de las riquezas minerales para el pueblo de Francia. En las ilustraciones se le representó con la varita característica de los buscadores de agua subterránea de esa época.
Entre 1930 y 1960 hubo varias mujeres que desafiaron el ambiente masculinizado de la geología.
Entre 1930 y 1960 hubo varias mujeres que desafiaron el ambiente masculinizado de la geología. Por ejemplo, la norteamericana Marie Tharp (1920-2006) elaboró el primer mapa científico del piso oceánico del Atlántico. Inició su carrera profesional en una compañía petrolera de Oklahoma, la cual abandonó cuando se enteró que prohibían a las mujeres hacer trabajo de campo. Fue contratada por la Universidad de Columbia, donde dedicó años a la recopilación e interpretación de datos geofísicos y geológicos del piso del océano Atlántico, trabajo que años después corroboraría la teoría de la tectónica de placas.
La argentina María Casanova, que trabajó en los campos petroleros en los años veinte; la danesa Inge Lehmann (1888-1993) descubridora del núcleo interno, o la norteamericana Tanya Atwater (1942-) que realizó el primer modelo de reconstrucción paleogeográfica de Norteamérica, son otros ejemplos de extraordinarias geólogas y geofísicas.
Elsa Ávila es la primera mexicana que alcanzó la cima del Monte Everest, en 1999.
En México, Dolores Rubio estudió ingeniería en el Palacio de Minería en 1909, fue preparadora del Gabinete de Mineralogía, Geología y Paleontología, y es la pionera de las académicas en geología. Josefa Cuevas fue la primera ingeniera geóloga graduada de la Universidad Nacional Autónoma de México (1950) y Fernanda Campa la primera ingeniera geóloga titulada en el Instituto Politécnico Nacional (1965). Ambas desarrollaron sus carreras en Petróleos Mexicanos (Pemex). Josefa Cuevas fue líder en paleontología, y en 1969 se incorporó al Instituto Mexicano del Petróleo como jefa del departamento de micropaleontología. Fernanda Campa fue la primera mujer líder de brigadas de campo de Pemex, y propuso la primera división de terrenos estrato-tectónicos de México en 1983.
Hay varias geólogas emprendedoras extraordinarias. Un ejemplo es Robbie Rice Gries (1943-), geóloga petrolera norteamericana, primera mujer presidenta (2001-2002) de la Asociación Americana de Geólogos Petroleros (AAPG), y presidenta de la Sociedad Geológica de América (2018-2019). Después de trabajar en la industria petrolera por 20 años, fundó su propia compañía, Priority Oil & Gas LLC, que inició con la compra de pequeños pozos petroleros en Estados Unidos. Actualmente, su compañía es la más importante en la extracción de petróleo en Belice.
Todas estas mujeres en la geología contribuyeron significativamente al campo, dejando un legado invaluable que inspira a futuras generaciones de científicas y aventureras.
Elena Centeno García
Instituto de Geología, UNAM
