Sólo he tenido la oportunidad de disfrutar un eclipse total de Sol, el de 1991, y jamás lo olvidaré. Ya estudiaba la maestría en Astrofísica, pero de no haberlo hecho, seguramente me habría empujado a seguir esta carrera. Puedo describir lo que sucedió: el cielo se oscureció, aparecieron las estrellas brillantes y algunos planetas, las aves se confundieron con la noche y buscaron sitio para dormir, se pudo apreciar la corona y el llamado anillo de diamantes, pero no puedo explicar completamente lo que sentí.
Este espectáculo se debe a una afortunada coincidencia, ya que la Luna es 400 veces más pequeña que el Sol, pero el Sol está 400 veces más lejos de nosotros que la Luna, lo que hace que sus tamaños aparentes (tamaños angulares) en el cielo sean muy similares, posibilitando que el disco de nuestro satélite pueda ocultar a nuestra estrella.
And everything under the sun is in tune
But the sun is eclipsed by the moon
Eclipse, Pink Floyd
La Tierra gira alrededor del Sol y la Luna alrededor de la Tierra, en esta danza celeste hay ocasiones en que los tres cuerpos quedan perfectamente alineados y se producen los eclipses. Si la alineación tiene el orden Sol-Tierra-Luna, tendremos un eclipse de Luna, mientras que se producirá un eclipse solar cuando la Luna se interponga entre nuestro astro y la Tierra, es decir, si el orden es Sol-Luna-Tierra.
En este caso, la sombra de la Luna se proyecta sobre algunas zonas de nuestro planeta, en las que, a pleno día, parece que nuestra estrella desaparece total o parcialmente. De ahí proviene la palabra eclipse, del griego ekleipsis que significa faltar o desaparecer.
Eclipses de Sol
Un eclipse de Sol se produce siempre durante la fase nueva de la Luna. Para diferentes circunstancias se generan diferentes tipos de eclipses solares: total, anular, parcial y uno poco común denominado híbrido.
La sombra de la Luna tiene dos componentes, uno más oscuro llamado umbra y otro más tenue llamado penumbra. Si estamos en la zona de nuestro planeta donde pega la umbra, veremos un eclipse total, mientras que si estamos en la zona de la penumbra, observaremos sólo un eclipse parcial.
La Luna es 400 veces más pequeña que el Sol, pero el Sol está 400 veces más lejos de nosotros que la Luna.
El término totalidad se refiere al periodo durante el cual el llamado disco solar está completamente oculto detrás de la Luna. Durante un eclipse total, la fotósfera del Sol es cubierta por la Luna, de tal manera que la corona, la cromósfera y las prominencias más débiles, se hacen visibles.
La Luna gira alrededor de la Tierra en una órbita elíptica, por lo que la distancia Tierra-Luna varía. El punto más alejado es el apogeo y el punto más cercano es el perigeo. El tamaño angular de nuestro satélite, es decir, el tamaño que aparenta tener para un observador en la Tierra, varía debido al cambio en distancia, por lo que, si ocurre un eclipse solar cuando la Luna está cerca del apogeo, el tamaño aparente de su disco no será suficiente para cubrir el disco solar y tendremos un eclipse anular. El tamaño aparente del Sol también cambia, ya que la Tierra gira en una órbita elíptica alrededor del Sol.
Finalmente, un eclipse híbrido sucede cuando en partes de su trayectoria es anular y en otras es total. Esto se debe, principalmente, al cambio aparente del tamaño de la Luna debido a la curvatura de la Tierra.
Eclipses de Luna
Hay tres diferentes tipos de eclipses de Luna: penumbral, parcial y total. En cada uno de ellos la Luna atraviesa una zona diferente de la sombra de la Tierra, la cual tiene dos componentes, penumbra y umbra. En la penumbra, la componente más tenue de la sombra, la Tierra bloquea parte, pero no toda la luz del Sol y se produce un eclipse parcial; mientras que en la umbra, toda la luz solar es bloqueada, un eclipse total.
El Sol
Una estrella mediana y común en nuestra Galaxia. Su diámetro es de 1 millón 390 mil km, pero su tamaño angular es de 32 minutos de arco, ya que se encuentra a una distancia promedio de 150 millones de km de la Tierra. En su núcleo, la temperatura es de 10 millones de grados, mientras que en la superficie sólo de 5 mil 500, y en la corona, visible durante un eclipse total, alcanza varios millones de grados. Esta paradoja (que la corona, que está más lejos del núcleo del Sol, esté más caliente que la superficie) es llamada, desde hace más de un siglo, el problema del calentamiento coronal, y ha traído ocupados a muchos astrónomos.
La Luna
Se localiza, en promedio, a 380 mil km de la Tierra, con un diámetro de 3 mil 474 km, y tiene un tamaño angular en el cielo de 32 minutos de arco. Nuestro satélite natural es bastante grande en relación con el tamaño de la Tierra, ya que tiene una cuarta parte de su diámetro. Podemos ver en su superficie los cráteres debido a la gran cantidad de impactos que ha sufrido y que nos muestran su pasado geológico. Es el único cuerpo celeste que los seres humanos hemos visitado. Su órbita es muy compleja; para poder calcular su posición es necesario tomar en cuenta muchos movimientos, incluyendo que se aleja de nuestro planeta unos tres centímetros por año.
Si la alineación tiene el orden Sol-Tierra-Luna, tendremos un eclipse lunar. Si el orden es Sol-Luna-Tierra se producirá un eclipse solar.
Algunos eclipses de Sol recientes en México
El 7 de marzo de 1970, la pequeña población de Miahuatlán, en el sur de Oaxaca se convirtió en la capital mundial de la astronomía ya que se volvió el mejor sitio para observar el eclipse total. Los tres minutos y 28 segundos que duró la totalidad son aún recordados anualmente por la población a través de una gran feria de ciencias.
Fuente construida un año después del eclipse de 1970, en Miahuatlán. La fuente ya no existe.
El 11 de julio de 1991, la población mexicana pudo presenciar uno de los eclipses más largos en la historia, con 7 minutos de totalidad. Se volvió de los más vistos; se estima en 50 millones el número de observadores, ya que la totalidad cruzó por zonas altamente pobladas a lo largo del país.
El 10 de mayo de 1994, la población del norte del país tuvo la oportunidad de presenciar un eclipse anular. La franja de la anularidad atravesó cuatro estados: Baja California Sur, Baja California, Sonora y Chihuahua.
El eclipse del 21 de agosto de 2017 fue llamado “El gran eclipse total de Sol” en EE. UU., ya que la sombra de totalidad recorrió ese país, de costa a costa. Aunque en México sólo se pudo admirar como parcial, resultó en un gran evento que tuvo mucha difusión gracias a los medios tecnológicos y a las redes sociales que masificaron este fenómeno astronómico.
Eclipses que vienen
El 14 de octubre de 2023 ocurrirá un eclipse anular que será visible en una amplia zona de América, desde Canadá, hasta el norte de Chile y Argentina. La parte central del eclipse comprende una delgada franja que se desplaza desde la costa oeste de Estados Unidos, pasa por el Golfo de México, la península de Yucatán, Centroamérica y sale por el extremo oriental de Brasil. Sobre México, habitantes de ciudades como Campeche, Xpujil y Chetumal, y una parte de la Reserva de Calakmul, podrán observar el llamado “anillo de fuego”.
El 8 de abril de 2024 podremos apreciar un eclipse total cuya franja recorrerá los estados de Sinaloa, Durango y Coahuila, pasando por ciudades importantes como Mazatlán, Durango, Torreón, Monclova y Piedras Negras. El punto con la mayor probabilidad de las mejores condiciones de observación se localiza sobre territorio mexicano en los límites de los estados de Durango y Coahuila. La fecha es inmejorable para el centro-norte del país; es una época muy seca, con pocas probabilidades nublados. Serán cuatro minutos y 30 segundos que pondrán a prueba nuestra capacidad de asombro.
En el resto del país, ambos eclipses se podrán observar como parciales. Las condiciones de los eclipses para cada ciudad se pueden consultar en la página y redes sociales del Comité Nacional Eclipses México.