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La esencia de Arnaldo Coen, un artista dinámico

La esencia de Arnaldo Coen, un artista dinámico

por Azucena Galindo Ortega | Jun 27, 2025 | Intrusión, No. 15 Sembrando ciencia: curiosidad y aprendizaje

Conocer a Arnaldo Coen, independientemente de la edad que él tenga, es encontrarse con un ser curioso, entusiasta, generoso y talentoso, siempre con proyectos e inquieto por materializarlos. Este espíritu fue estimulado y nutrido desde su infancia, ya que nació dentro de una familia en la que los niños también eran parte activa de las sobremesas con conversaciones alrededor del arte, la cultura y otros temas tan variados como los comensales. Todo lo escuchado y asimilado por Arnaldo desde entonces, lo hacen un artista difícil de clasificar o situar dentro de algún movimiento o corriente artística. Muy frecuentemente se le liga a la generación de la ruptura, aunque Arnaldo aún era muy joven cuando dicho movimiento surgió.

Se puede decir que su carrera comenzó en 1958, al ingresar en el taller de Lawrence Calcagno; y su primera exposición individual ocurrió en 1963. Su trayectoria artística incluye pintura-objeto, escultura, body-art, además de escenografías y vestuarios para obras de teatro y danza.

Un artista que ha experimentado igual mirando nuestro pasado cultural, que el de muchas otras latitudes.

Coen, desde muy temprana edad, tuvo claro el camino para ir dando respuestas a las muchas preguntas que le surgían, estimuladas tanto por los insumos externos que constantemente recibió, así como de reflexiones e inquietudes propias. En 1967 comenzó una prolongada estancia en Europa, iniciando en la ciudad de París gracias a la beca que obtuvo del gobierno francés; ello le permitió imbuirse en las últimas expresiones del arte, sin dejar pasar la oportunidad de adentrarse en el arte clásico de occidente y de otras latitudes.

Esta experiencia fue fundamental para ir forjando su concepto de vertientes estéticas, lo que le llevó a enunciar que para él “todo arte es contemporáneo porque, como experiencia vivida, sucede y es pertinente en el tiempo presente, en la actualidad del suceso estético”. Esta reflexión empezó a permear en diferentes corrientes artísticas de finales de los setenta, por lo que se podría pensar que Arnaldo Coen es precursor de la transvanguardia italiana o el neoexpresionismo alemán.

Existen diversas razones por las que Arnaldo goza de gran reconocimiento y ha sido recipiente de múltiples galardones, tales como: el Premio Nacional de Ciencias y Artes por: “su obra ligada a la pintura, la investigación del espacio, la música y la teoría del arte contemporáneo que le ha permitido innovar e influir en diversas generaciones”; su nombramiento como Miembro de Número de la Academia de Artes y Miembro Titular del Seminario de Cultura Mexicana, entre otros.

Su obra ha sido expuesta en muy importantes museos de México. Recientemente se pudo apreciar en el Museo de Arte Moderno, Museo Jumex, Laboratorio Arte Alameda, Museo del Chopo, Casa del Lago, UAM Xochimilco, Black Box, Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México, entre otros. Además, su trabajo ha sido exhibido en Europa, Estados Unidos, Latinoamérica, India y Japón.

“Todo arte es contemporáneo porque, como experiencia vivida, sucede y es pertinente en el tiempo presente”.

La dimensión de la trascendencia de las aportaciones de Coen a la plástica del siglo XX queda bien representada por dos proyectos que llevó a cabo en complicidad con Juan José Egurrola y Gelsen Gas con quienes participó en la muestra Documenta 5 de Kassel en Alemania, ocasión en la que estos tres artistas hicieron una serie que denominaron Robarte el arte, que consistió en llevar a cabo actos de apropiación de la muestra. De esta experiencia que fue transgresora y trascendió fronteras, da cuenta el material fílmico que se hizo para su documentación.

Arnaldo Coen es un vivo ejemplo de que la curiosidad y la constancia en la búsqueda de expresiones plásticas que emocionen y conmuevan, tanto al creador como a los observadores, generan un círculo vital que es virtuoso por donde se le mire. Muy afortunados podremos sentirnos los mexicanos por sabernos coterráneos de un artista que ha experimentado igual mirando nuestro pasado cultural, que el de muchas otras latitudes, y quien también ha encontrado inspiración en corrientes esotéricas tales como la alquimia, la cábala, la brujería y el chamanismo, pues Arnaldo las valora por su poder metafísico. Entusiasma ver la obra de un artista que nació en 1940 y, al día de hoy, es contemporánea ya que su vigencia se puede apreciar desde diferentes perspectivas.

Azucena Galindo Ortega
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