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Enfrentar la muerte en México: los retos de agonía

Enfrentar la muerte en México: los retos de agonía

por Emiliano Cassani | Feb 25, 2024 | No. 8 Opioides, Translúcido

En México, todo enfermo que se encuentre al término de la vida debería tener acceso a los medicamentos que hagan más llevadero ese final. Es un problema de salud pública.

Cuidados paliativos, la exclusividad de atención a la salud

El objetivo de los cuidados paliativos es dar un tratamiento activo a aquellos pacientes que experimentan una situación que puede amenazar o limitar su vida. En muchas ocasiones esto se denomina enfermedad avanzada o enfermedad terminal.

En esta disciplina trabajan en equipo: médicos especialistas, psicólogos, nutriólogos, rehabilitadores, personal de enfermería y de trabajo social, entre otros. Sus pacientes enfrentan problemas físicos, psicológicos, sociales y espirituales, y también ofrecen apoyo a la familia.

Se puede decir que la normativa jurídica de nuestro país es una de las mejores de Latinoamérica, porque en todas las fracciones del artículo 166 Bis de la Ley General de Salud se especifica el manejo que se debe dar a un paciente al final de la vida y a su familia.

Además contamos con la Ley de Voluntad Anticipada y la Norma Oficial Mexicana NOM 011-SSA3-2014 (Criterios para la atención de enfermos en fase terminal a través de cuidados paliativos), que aplica tanto para niños y niñas, como para pacientes adultos.

Asimismo, nuestro país tiene un sistema de recetarios electrónicos para la expedición de medicamentos controlados de fracción 1, entre ellos los opioides, que se requieren para los pacientes que tienen dolor moderado o severo.

En entrevista para Obsidiana, la doctora Luz Adriana Templos Esteban indicó: “Lo contradictorio es que todavía hay grandes brechas en México para lograr el acceso a cuidados paliativos. Falta mucha educación para el personal de salud y la comunidad en general, para que pueda exigir esto como un derecho”.

En los diferentes sistemas de salud de México existen pocos equipos de cuidados paliativos. No hay más de 200.

“No tenemos disponibilidad de opioides en todos los estados de la República Mexicana, y su adquisición se lleva a cabo en las grandes ciudades, es decir, de manera centralizada; en las comunidades más alejadas no pueden tener acceso a ellos. Tampoco hay presentaciones pediátricas de los mismos, lo que dificulta la medicación para niños y niñas que requieren cuidados paliativos.

“En México existen pocos equipos de cuidados paliativos. Recientemente se hizo una encuesta del Consejo General de Salubridad, en los diferentes sistemas de salud, para ver con qué contaba cada una de las instituciones, y se encontró que no hay más de 200 equipos de cuidados paliativos en todo el país, incluyendo todos los niveles de atención. Este es un grave problema pues, de todos los pacientes que requieren este tipo de servicios, menos de 3% tiene acceso a ellos”, lamentó la doctora Templos, quien forma parte de la Comisión de Educación de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos.

No obstante que los cuidados paliativos están en la Ley General de Salud, el sistema de salud mexicano no ha etiquetado plazas para estos especialistas. Es decir, así como existe una enfermera pediatra, una enfermera oncóloga, un médico cirujano, debe existir la etiqueta de médico paliativista, enfermero paliativista o de psicóloga paliativista.

Salud mental de pacientes oncológicos, en el abandono

“En los hospitales y clínicas de nuestro país se ha observado que se le da prioridad a líderes religiosos antes que a profesionales de la salud mental, como psicólogos o psicooncólogos”, lamentó en entrevista para Obsidiana la experta en psicooncología María Fernanda Busqueta Mendoza.

Respecto a los derechos de los enfermos en situación terminal, la Ley General de Salud, en su artículo 166 Bis 3, capítulo II menciona a los cuidados paliativos como un derecho, y no como un acto de buena voluntad. Sin embargo, aunque en la definición de los cuidados paliativos sí se contempla un abordaje integral (que implica el componente médico, psicológico, cultural, espiritual), la realidad es que la parte psicológica no se aplica como debiera, por lo tanto, la Ley tiene un área de oportunidad a mejorar, explicó Busqueta, fundadora del Centro de Estudios Psicosociales Aplicados a la Salud (Cenepas).

Más de la mitad de los pacientes con necesidad de atención paliativa tienen como principal síntoma el dolor.

“El apoyo psicológico debería estar presente desde el diagnóstico de una enfermedad como el cáncer. Es un momento de muchísima incertidumbre para los pacientes, son sometidos, en un corto tiempo, a pruebas sumamente invasivas para llegar al diagnóstico (biopsia, cirugía, estudios de imagen, pruebas de sangre) y que muchas veces son muy dolorosas. Por ello, desde el momento en que el equipo médico da la noticia, debería ir acompañado por un experto de la salud mental, para ayudar en una etapa temprana.

“Yo he escuchado historias de terror, cuando los médicos dan la mala noticia lo hacen totalmente deshumanizados. A partir de ahí, el paciente queda traumatizado, porque le dieron la noticia de una manera espantosa”, contó la doctora Busqueta, presidenta de Cenepas, organización que tiene por objeto fortalecer el vínculo entre la psicología, la salud y la humanización en el Sistema Nacional de Salud.

La también expresidenta de la unidad de pediatría del Hospital Español de México puntualiza que los profesionales de la salud como psicólogos o psicooncólogos deben tener prioridad en el sistema de salud mexicano, para devolver a la sociedad seres humanos con una buena salud mental y que se puedan reintegrar de la mejor manera a sus actividades diarias.

Opioides, un asunto de salud pública

Más de la mitad de los pacientes con necesidad de atención paliativa tienen como principal síntoma el dolor, que puede ser moderado o severo, por lo cual requieren medicación por medio de opioides. Algo esperado, conforme avanza la enfermedad, es que se necesiten dosis mayores o ajustes frecuentes para estos medicamentos, por eso es indispensable que estén disponibles en nuestro país.

“Considero muy grave que, en México, los enfermos que se encuentran en una situación al final de la vida no puedan disponer de los medicamentos que hagan más llevadero ese proceso.

“Se han hecho algunos estudios en España, concluyendo que aproximadamente entre el 2% y el 3% de la población que se encuentra enferma, tiene un padecimiento crónico avanzado. Otros estudios han determinado que entre 30% y 40% de la población en general tiene dolor crónico, es un porcentaje muy importante.

Los opioides se encuentran dentro del cuadro básico que sugiere la Organización Mundial de la Salud.

“Las cifras de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos indican que menos del 3% de pacientes que requiere atención al final de la vida tienen acceso a ella. Eso lo convierte en un problema de salud pública”, lamentó la doctora Adriana Templos Esteban, quien es miembro del Seminario de Estudios sobre la Globalidad de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Después de la pandemia por COVID19 hubo un desabasto importante de medicamentos, entre ellos los opioides pues, evidentemente, se requirieron para procesos de intubación. Desgraciadamente ha fluctuado la dispensación de medicamentos en diferentes centros hospitalarios, y los pacientes terminan pagando las consecuencias de malas planeaciones.

“Desde hace dos años no tenemos morfina disponible en nuestro país, el medicamento base para el manejo de dolor por cáncer en cuidados paliativos y para paliación de la dificultad respiratoria que es muy bueno, bonito y barato. Tuvimos también mucha escasez de medicamentos como oxicodona y metadona (cuyo suministro empieza a regularizarse de manera limitada).

“Existe la problemática de muertes por consumo de fentanilo, sobre todo en el norte del país, obviamente por la cercanía con los Estados Unidos. Se tiene la creencia de que el fentanilo mata, pero el de uso médico supervisado no lo hace. Llevamos años utilizando fentanilo en cirugías; prácticamente todos los pacientes que son sometidos a una cirugía, en su momento, fueron medicados  [anestesiados] con fentanilo. También en las áreas de terapias intensivas y unidades de urgencias se ha utilizado como herramienta terapéutica”, expuso la doctora Templos Esteban, quien además es titular del Diplomado en Cuidados Paliativos de la Universidad Anáhuac.

Es muy importante hacer una diferenciación en los mensajes que pasan por la televisión pues, como los pacientes han escuchado que el fentanilo mata, no quieren que se les administre, cuando en la realidad es un medicamento muy efectivo, muy bueno en las manos adiestradas, que prácticamente son las de todo el personal de salud (tanto médicos como enfermeras).

“Dentro del cuadro básico que sugiere la Organización Mundial de la Salud se encuentran los opioides. Cualquier establecimiento de salud debería contar con esta medicación, no solamente para aquellos pacientes que tienen dolor al final de la vida, sino para quienes padecen dolor crónico”, finalizó la doctora Adriana Templos.

Contacta a Luz Adriana Templos en: luzadrianatemplos@hotmail.com

Emiliano Cassani
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