En sus inicios, en 1982, “Domingos en la Ciencia” tenía como escenario el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad. Ahí, científicas y científicos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) ofrecían conferencias para niños y jóvenes, una valiosa oportunidad para charlar cara a cara con investigadores mexicanos, provocar el interés por la ciencia y, quizá, despertar algunas vocaciones científicas. Con el tiempo, el programa evolucionó y, en cada una de sus sedes, las charlas se impartían en diferentes días de la semana.
Después de algunos años de pausa, la divulgación de la ciencia en México está de fiesta, pues el jueves 27 de marzo se celebró el relanzamiento de este programa con años de tradición, que ahora lleva por nombre “Un día en la ciencia”, y que resurge con espíritu renovado para volver a múltiples salas y rincones del país.
El exconvento Franciscano de Ozumba de Alzate, Estado de México, fue el escenario perfecto para dar el banderazo de salida a la nueva era de este icónico programa, pues fue en esta localidad donde nació el sacerdote, filósofo y científico novohispano José Antonio Alzate.
Durante la ceremonia de relanzamiento integraron el presídium el C.P. Ricardo Valencia Valencia, Presidente Municipal de Ozumba de Alzate; el Dr. José Seade Kuri, Presidente de la Academia Mexicana de Ciencias; el Dr. Rafael Bojalil, Director de Apoyo a la Investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana; el Dr. Raymundo Cea Olivares, último Coordinador del programa “Domingos en la Ciencia”; el Dr. Alejandro de las Peñas Nava, Coordinador del programa “Un día en la Ciencia”; el Dr. Luis Demetrio Miranda Gutiérrez, Director del Instituto de Química de la UNAM; y el Biól. Antonio Eloy Arce, responsable de la sede de “Un día en la Ciencia” en Ozumba de Alzate.
Antonio Eloy Arce, expresó que el programa está dirigido a los jóvenes para despertarles la curiosidad por la ciencia y acercarlos al quehacer científico. “Queremos cambiar a México, y que haya toma de decisiones basadas en el conocimiento”.
Durante su intervención, José Seade Kuri recalcó que la AMC siempre ha sido muy consciente de la importancia de acercar la ciencia a la sociedad, particularmente a los jóvenes. “Para que México pueda ser potencia científica es necesario que la sociedad mexicana escuche sobre la ciencia, sus beneficios en el día a día y lo fascinante que es la investigación científica. Estoy seguro que este nuevo programa se convertirá en un hito para la divulgación científica de México”.
El Coordinador del programa “Un día en la Ciencia”, Alejandro de las Peñas, expresó: “ciertamente, hoy es un día feliz”. Recordó a los asistentes que “Domingos en la Ciencia” es uno de los programas más importantes de divulgación de la ciencia que ha tenido México, pues contó con 37 sedes en todo el país, y se ofrecieron más de 11,000 pláticas.
Posteriormente, la AMC, a través de su Presidente, José Seade Kuri, entregó un merecido reconocimiento a Raymundo Cea Olivares, distinguido científico mexicano especializado en química orgánica, por su destacada labor como director del programa “Domingos en la Ciencia”. Seade reconoció que su dedicación deja una huella invaluable en la difusión de la cultura científica en nuestro país.
Raymundo Cea, quien durante muchos años fue conferencista y luego director de “Domingos en la Ciencia”, compartió que los jóvenes y niños hacen preguntas maravillosas sobre la ciencia. Agradeció a la AMC por todo lo que le ha dado y externó: “este relanzamiento del programa nos habla de la vitalidad de la AMC, pero también nos habla de la vitalidad de los mexicanos”.
Tras la ceremonia, se llevó a cabo la primera actividad del programa “Un día en la ciencia”: la conferencia “Darwin y el origen de las especies”, a cargo del doctor Antonio Lazcano Araujo, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
El doctor Lazcano, con su característico humor, llevó a los asistentes a navegar junto con él y Charles Darwin en el Beagle, para recorrer los mares y recordar aquella expedición científica que duró cinco años y vio nacer la teoría de la evolución. Y mientras Lazcano narraba las maravillas que Darwin fue observando y estudiando, compartió fragmentos de cartas, ilustraciones, apuntes y fotografías para conocer mejor los grandes descubrimientos, pero también los inconvenientes a los que se enfrentó Darwin (el naturalista hipocondríaco) durante su travesía.
Con este fabuloso arranque, auguramos larga vida a “Un día en la ciencia”.
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