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Transferencia tecnológica: un camino desafiante

Transferencia tecnológica: un camino desafiante

por Rebeca de Gortari Rabiela  •  Marcela Amaro Rosales | Dic 7, 2024 | Espejo, No. 13 Biotecnología

Este campo multidisciplinario afecta a la salud humana, el bienestar de otras formas de vida y el medio ambiente, y ha dado lugar a debates, controversias, miedos y esperanzas: nos referimos a la biotecnología.

¿Por qué es importante?

Para su producción, la biotecnología necesita procesos científicos y tecnológicos y una variedad de actores que participan en la identificación de demandas, necesidades y soluciones. Los avances por la aparición de la biología molecular, el desciframiento de la estructura del material genético, así como el descubrimiento de los mecanismos celulares que permiten traducir la información genética en proteínas han hecho que su aplicación involucre un proceso multidisciplinario y convergente de conocimientos, herramientas y estrategias (Bolívar-Zapata, 2004).

En la llamada “biotecnología moderna” convergen las áreas que estudian los sistemas biológicos: microbios, plantas y animales, basadas en el uso productivo de seres vivos, sus productos y partes, con aplicaciones en muchas industrias (OECD, 1989), el medio ambiente, los recursos marinos, la medicina, la agricultura y la salud humana y animal.

Resolver problemas de la sociedad

El carácter transversal y la multiplicidad de sus áreas de aplicación requiere de capacidades científicas, tecnológicas, institucionales y de vinculación para que, conjuntamente, se puedan ofrecer soluciones eficientes, responsables y viables para la sociedad.

La biotecnología necesita de una variedad de actores para identificar demandas, necesidades y soluciones.

Los mecanismos de vinculación son diversos, desde los más tradicionales como la transferencia tecnológica, hasta procesos interactivos de coproducción de soluciones, con la participación de distintos actores. La coproducción involucra actividades académicas colaborativas, con un fuerte nivel de compromiso y una “interacción profunda”, basada en el aprovechamiento de los distintos recursos de cada institución, para generar conocimiento en la resolución de retos específicos. Y, como señala Jasanoff (2004), entraña también su incorporación a las prácticas del Estado y de la gobernanza que influyen en su uso y construcción.

El mejor ejemplo es la irrupción de la COVID-19,  que planteó retos de alcance global, regional y nacional, y obligó a los diversos actores de la sociedad a buscar mecanismos colaborativos para solucionarla, como la búsqueda de la vacuna, cuyo desarrollo debía cumplir con los estándares de calidad y confiabilidad, y demandó recursos económicos, físicos y humanos capaces de integrarse en esfuerzos coordinados de políticas públicas.

La mayoría de los proyectos contaron con financiamiento público-privado, cooperación científica con universidades de excelencia mundial, desarrollos tecnológicos y de capacidades para la producción en las farmacéuticas privadas, y colaboración de la sociedad para las pruebas clínicas, además de una rápida intervención pública que permitió acelerar los procesos de registro y permisos sanitarios.

Sin duda, algunos mecanismos solamente sucedieron por la urgencia e implicaciones de la pandemia, pero dan cuenta de la importancia de construir redes de colaboración para la solución de problemas de la sociedad. No hay vacuna para la COVID-19 que no sea resultado de procesos y desarrollos biotecnológicos, lo que habla de la relevancia que tiene para el mundo actual.

Esta tecnología paradigmática representa ventajas técnicas y económicas importantes.

Pensar el futuro: biotecnología y sociedad

En la mayoría de los países de América Latina se ha intentado transitar de un modelo lineal de innovación, como eje de las políticas de ciencia, tecnología e innovación, hacia modelos interactivos, incluyentes y con más énfasis en la solución de problemas sociales. No obstante, los resultados son escasos, y la mayoría de las articulaciones continúan siendo intermitentes.

En México, el desarrollo de esta disciplina ha enfrentado los cambios de las políticas, y ha sido parte de controversias que apuntan a la desvalorización de la ciencia, la fractura de instituciones, así como la disminución de recursos para la investigación y el desarrollo y la formación de personal en investigación.

Dada la importancia de la biotecnología y su potencial, es necesario repensar los mecanismos de apoyo para su desarrollo. Esta tecnología paradigmática representa ventajas técnicas y económicas importantes; puede generar un impacto positivo en el mercado. Además tiene la capacidad de resolver problemas sociales de gran envergadura.

Se requiere promover un cambio en el discurso de las agencias federales, en el enfoque de las políticas públicas, y en la percepción de la población. Es importante emprender una campaña de revalorización del capital científico, tecnológico y de la innovación biotecnológica, y promover su crecimiento e impacto en la región desde la conformación de relaciones recíprocas entre la academia, la industria y los actores gubernamentales.

Es importante revalorizar el capital científico, tecnológico y de la innovación biotecnológica.

¿Qué se necesita entonces? Políticas integrales con incentivos para las actividades de ciencia y tecnología, nuevos arreglos institucionales y de financiamiento, y que las políticas industriales apoyen el desarrollo de capacidades con el aumento de infraestructura y especialización productiva. Lo anterior, considerando la situación de las empresas de innovación biotecnológica en el país: bajo desarrollo de patentes, mecanismos de adaptación tecnológica y escalamiento de procesos, mejoras incrementales de proceso y producto, barreras para que los emprendimientos sobrevivan en el largo plazo, etc.

Para tener mayor incidencia, un primer paso es generar vínculos desde las universidades para interactuar con las empresas y las organizaciones productivas, así como mejorar los mecanismos de transferencia de conocimientos y coproducción, como la propiedad intelectual, la generación de convenios, y el diálogo en la identificación de problemas de interés.

Una posibilidad es promover la innovación abierta, para que se adquiera y distribuya la propiedad intelectual no utilizada. Otra, extender la transferencia de conocimiento hacia los colaboradores, a través de la creación de estándares y conocimiento tácito. El cambio constante de conocimientos en los diferentes campos de la biotecnología plantea aspectos sociales, éticos y legales, como la bioseguridad, el acceso a los recursos genéticos, y el reparto justo y equitativo de los beneficios. Es un camino desafiante, pero con múltiples posibilidades.

Bibliografía

Bolívar-Zapata, F. (2004). Fundamentos y casos exitosos de la biotecnología moderna. México: El Colegio Nacional.

Jasanoff, S. (2004) States of knowledge and the social order. Londres, Routledge Taylor and Francis Group.

Rebeca de Gortari Rabiela

Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM

Marcela Amaro Rosales

Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM

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